ROJAS - imagen (Revista Caretas)

Durante el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (GRFA), se implantó una reforma educativa que resultaría bastante más compleja de lo calculado por los ideólogos del régimen. En medio de la exacerbación nacionalista del gobierno, esta reforma aparecía como crucial para la transformación y regeneración de los nuevos ciudadanos del Perú. Sin embargo, esta reforma se produjo sin considerar las perspectivas de los maestros, sobre los cuales, más bien, primaba una concepción poco auspiciosa; esto derivó en serias tensiones y conflictos entre los maestros y el gobierno, al punto que de ello surgiría el SUTEP en 1972 como organización gremial de maestros. La reforma, en adición, resultó aún más compleja, pues no se aumentó el presupuesto para el sector educación, al priorizar las reformas más vinculadas al proceso de industrialización. No se aumentaron los salarios ni se destinaron mayores recursos a la infraestructura, lo que hacía poco sostenible la implementación de esta reforma considerada fundamental.

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