Robin Cavagnoud. Entre la escuela y la supervivenciaTrabajo adolescente y dinámicas familiares. Lima: IEP, IFEA, Telefónica, 2011

El libro de Robin Cavagnoud es una muy buena contribución al debate académico y de políticas y programas en relación con el tema del trabajo adolescente. Se trata de una mirada académica original desde las ciencias sociales a la problemática de la adolescencia trabajadora. En este tema, los estudios han estado marcados por dos tradiciones: la psicología, que buscaba encontrar similitudes entre personas que llegadas a cierta edad experimentaban determinados cambios individuales y sociales asociados principalmente a sus procesos biológicos, y la demografía, preocupada más bien de identificar el paso a la adolescencia como una de las transiciones relevantes del ciclo de vida. A propósito de la problemática de la adolescencia trabajadora y su relación con la escolaridad, este libro se distancia de ambas tradiciones. Desde el inicio, el autor propone la heterogeneidad como un rasgo importante de la experiencia del trabajo adolescente (a partir de la tipología de trabajos, uno de sus principales aportes) y, en segundo lugar, plantea esa experiencia no como una transición, sino como un proceso, el cual se nutre del pasado, pero también se negocia en el presente y se puede transformar en un futuro. Tanto en la descripción de los casos de la tipología de trabajos como de la relación entre escolaridad y trabajo, hay muchas idas y vueltas en las decisiones de los adolescentes, momentos de negociación con las familias, deseos, aspiraciones sobre el futuro. No se trata de una transición sencilla, sino más bien de un proceso diverso y complejo.
El libro es también una contribución al debate de políticas y programas. En dos de los capítulos se relativiza la importancia de algunas dimensiones que han orientado varias intervenciones (entre ellas el género, la migración).
De otro lado, se señala que no toda forma de trabajo es perjudicial en relación con la escolaridad,  1 sino que más bien algunas de ellas podrían ser complementarias con la escuela. A partir de su tipología de trabajos se identifican distintas formas de relación entre escolaridad y trabajo. Algunas de las actividades permiten una relación más equilibrada con la escuela, otras no. La pregunta que luego habría que hacerse es para quiénes la experiencia del trabajo supone una ruptura con la escuela. Según el libro, esto ocurre para los adolescentes que crecen en la precariedad total, en la exclusión social dura, en aquellas situaciones donde todas las variables que intervienen juegan negativamente. En esos contextos, no parece haber escapatoria. En esta dimensión aparece otra cara de la heterogeneidad: aquella que distingue la experiencia de los adolescentes que viven en contextos vulnerables de acuerdo a cuántas dimensiones de su vida están comprometidas con la precariedad. Si bien algunos viven en un contexto marcado solo por unas cuantas dimensiones de exclusión, para otros adolescentes esta sí es una variable más omnipresente. Mirar ese proceso como una especie de geografía de la exclusión permite reconocer que para quienes no todas las dimensiones están teñidas por la carencia, hay un futuro y el trabajo puede ser complementario y hasta temporal. Pero para quienes la geografía contiene todas las áreas llenas de extrema necesidad, no existe futuro. En estos contextos, los adolescentes resisten desde sus circunstancias al sistema, saliéndose de él, en muchos casos para no volver.
Para finalizar, podríamos señalar dos críticas: una primera es que la teoría desarrollada al inicio, si bien densa y con buen nivel detalle, no parece dialogar con los resultados. La segunda, de tipo metodológica, es que hay que mirar con cuidado los porcentajes a partir de los cuales el autor llega a ciertas conclusiones sobre las diferencias, sobre todo cuando estos no son tan distintos. Esto porque estamos hablando de muy pocos casos y porque la muestra de escolarizados y no escolarizados solo ha sido distribuida con criterio de género. Si asumimos, como el mismo autor sugiere, que hay muchas variables interviniendo en este fenómeno (y el género además no es tan relevante), podría darse el caso de que la muestra esté sesgada hacia algunas de ellas, y esos porcentajes no estarían informando correctamente sobre el problema.
Creo sinceramente que las políticas y las discusiones académicas sobre el trabajo adolescente necesitan mirar este documento con mucho interés. En este libro, se recupera de una forma sistemática y conceptualmente orientada la voz de los adolescentes. Desde esta, su heterogeneidad y complejidad, se puede volver a discutir sobre el trabajo adolescente y sus efectos sobre la escolaridad.


* Sociólogo, investigador principal de Grade.


  1. Solo se hacen referencias a la asistencia a la escuela, pues no ha sido propósito del libro estudiar el impacto sobre la calidad de la escuela.