El cuadro 2 muestra el porcentaje de parlamentarios que cuentan con experiencia en el Parlamento y en cargos de representación a nivel subnacional en las tres principales bancadas del próximo Congreso. Como se observa, hay una sorprendente coincidencia entre las tres en cuanto al porcentajes de congresistas con experiencia parlamentaria previa (todas con alrededor de 19%), aunque en términos absolutos los números son bastante diferentes debido al número de escaños con que estas cuentan. Si bien en la Alianza Perú Posible parece hacer cierta ventaja en experiencia a escala subnacional, lo cierto es que ninguna de las bancadas se destaca por contar con muchos políticos de carrera.
¿Quiénes se encuentran en esta delgada capa de experimentados y que serán los llamados a comandar y mantener la unidad de sus bancadas? En el caso de Gana Perú la situación puede ser particularmente compleja. Uno de los parlamentarios más experimentados del grupo, Javier Diez Canseco, es un aliado proveniente de la izquierda y ajeno al núcleo central del Partido Nacionalista, desde donde líderes como Daniel Abugattás, Marisol Espinoza o Freddy Otárola probablemente intentarán ejercer el liderazgo del grupo parlamentario y alinearlo con los objetivos gubernamentales.
La presencia de Diez Canseco, sin embargo, puede resultar desequilibrante si este —y a quienes logre colocar tras de sí— presenta discordancias con el rumbo tomado por el Parlamento. Y es que Diez Canseco, parlamentario experto en las labores de oposición, podría verse en determinado momento en la necesidad de convertirse en una suerte de Mauricio Mulder del humalismo, y por lo tanto en un defensor desde el Parlamento de un Poder Ejecutivo en el cual no tiene mayor incidencia. Si Diez Canseco estará dispuesto a asumir ese rol para un Gobierno ajeno está todavía por verse.
En la bancada de la Alianza Perú Posible el escenario no se presenta menos complejo. Los parlamentarios con mayor experiencia en el Parlamento y que podrían ejercer un rol de conducción en la bancada son, en su mayoría, extraños a Perú Posible, como es el caso de Víctor Andrés Belaunde y Yonhy Lescano. Carlos Bruce, la más importante carta de Perú Posible, se ha convertido en un disidente del partido, y en la práctica se encuentra opuesto al rumbo que este ha tomado. Así, la alianza con el Gobierno, que tiene como principal promotor a Perú Posible, deberá confiar en buena cuenta en la conducción de aliados de fuera del partido, los que eventualmente podrían romper con este y abrirse hacia la oposición o buscar términos de negociación propios. El último intento de García Belaunde de conformar una lista alternativa a la oficialista para la presidencia del Congreso, es un anuncio de lo que puede convertirse en una constante hacia adelante. Se tratará, entonces, de una alianza permanentemente amenazada por su debilidad interna.
El caso puede ser diferente para el fujimorismo. Aunque, como hemos visto, el partido tiene un porcentaje alto de novatos y pocos “albertistas” duros en relación a la bancada pasada, cuenta con un conjunto de parlamentarias experimentadas fuertemente identificadas con el fujimorismo. Es muy probable que parlamentarias como Luisa María Cuculiza, Luz Salgado, Martha Chávez o Cecilia Chacón no solo no rompan su unidad, sino que permitan un trabajo disciplinado de su propia bancada. Aunque mantener la disciplina y unidad no será tan fácil como en el pasado, difícilmente el Gobierno podrá penetrar este grupo en busca de votos individuales, más aun cuando de lo que se trata es de modificar la Constitución de 1993, considerada por los fujimoristas como uno de sus más importantes legados políticos para la sociedad peruana.
Entre la precariedad y la parálisis
Los años que vienen podrían estar marcados por una dinámica parlamentaria que se mueva entre la precarización de la unidad interna en las bancadas y la parálisis del Gobierno como resultado de la oposición entre Ejecutivo y Legislativo.
Siendo este el escenario general, las perspectivas de éxito del próximo Gobierno en la arena parlamentaria no parecen particularmente prometedoras. Probablemente, este deberá sacar el mayor provecho posible de la corta “luna de miel” que tendrá tras la asunción de mando, periodo durante el cual contará con una mayoría que no se encuentra garantizada para los años siguientes. A fin de lograr el apoyo necesario en el Parlamento para sus iniciativas, requerirá poner en marcha a los pocos operadores experimentados con los que cuentan en el Congreso, mientras trata de mantener una alianza precaria con la bancada de Alianza Perú Posible. La oposición desde dentro de Gana Perú será otro de los riesgos con los que deberá lidiar el próximo Gobierno.
Por ahora, la bancada fujimorista —la más grande en la oposición— tiene visos de solidez interna y no parece presentar las características necesarias para convertirse en fuente de votos indisciplinados y conductas no alineadas. Con ello, la búsqueda de votos individuales entre las bancadas más pequeñas, como Alianza por el Gran Cambio y Alianza Solidaridad Nacional, será una estrategia necesaria para Gana Perú si desea mantener el control del Congreso y conseguir el apoyo para sus iniciativas en los próximos años. De este modo, los años que vienen podrían estar marcados por una dinámica parlamentaria que se mueva entre la precarización de la unidad interna en las bancadas y la parálisis del Gobierno como resultado de la oposición entre Ejecutivo y Legislativo.
* Sociólogo, investigador del IEP.
Referencias bibliográficas
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Desde el surgimiento de los partidos de masas la disciplina al interior de los mismos a significado uno de sus mayores elementos de cohesión. Pero ello aunado al rol protagónico del líder. En la actualidad los liderazgos se hallan convalecientes y como bien dice el especialista los partidos navegan al garete de las circunstancias de cada elección y no en base a un programa doctrinario y prospectivo de alcance nacional.