Este artículo analiza los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en dos territorios del sur del departamento de Cuzco, Cuatro Lagunas y Valle Sur-Ocongate. 1 Se trata de territorios rurales, con condiciones de pobreza muy altas, por encima del 70%. Desde el punto de vista político, son espacios periféricos, poco gravitantes para la política nacional. Sumados apenas llegan a cincuenta mil electores. Sin embargo, analizar los resultados obtenidos por los cinco candidatos principales en las elecciones del pasado 10 de abril puede resultar un ejercicio interesante, ya que permite contrastar algunas ideas bastante extendidas cuando se habla de la política peruana, especialmente en lo referido a la sierra sur.
Ollanta Humala gana de manera apabullante en ambos territorios. En los 14 distritos analizados, su porcentaje de voto válido supera el 65%. En seis de ellos llega al 70 y en cuatro supera el 80%. En Tungasuca, el caso extremo, Humala obtiene el 88,7%, lo que debe ser una de las votaciones más altas de la historia electoral peruana. En Cuatro Lagunas, el segundo lugar es para Alejandro Toledo, aunque a muchísima distancia de Humala. Keiko Fujimori obtiene el segundo lugar en Valle Sur-Ocongate. Castañeda y Kuczynski quedan en ambos casos por debajo del 5%.
Cuadro 1. Valle Sur-Ocongate (Cuzco)
Cuadro 2. Cuatro Lagunas (Cuzco)
Estos resultados dan pie a varias reflexiones. En principio, nos permiten poner en cuestión algunas ideas habituales en los análisis sobre el sentido del voto rural en la sierra sur del país.
1) Los votantes peruanos son de fidelidades volátiles. En Valle Sur-Ocongate y Cuatro Lagunas no parece ser así. Los resultados electorales muestran una sorprendente similitud con los de hace cuatro años. Una posibilidad es explicar esta coincidencia apelando a los errores y aciertos de los candidatos durante los procesos electorales. Serían las decisiones tomadas en estas coyunturas las que explicarían el resultado de cada postulante en cada una de las elecciones.
Sin embargo, el grado de coincidencia de la votación de Humala es demasiado alto para pensar solo en aciertos y errores durante la campaña electoral. Es difícil creer que votaciones tan masivas están vinculadas únicamente a coyunturas de corto plazo. Las coincidencias en la votación de Humala más bien parecen apuntar a la existencia de tendencias de fondo, ya que un porcentaje significativo de la población parece tener lealtades políticas que van más allá de las coyunturas electorales concretas. La gran cuestión que tenemos por delante es indagar qué tipo de lealtades son estas: ¿personales? ¿partidarias? ¿programáticas? ¿emocionales? ¿empáticas? Primer tema pendiente para la agenda de investigación.
Cuadro 3. Votación Ollanta Humala
2) Fujimori tiene muchos partidarios entre los pobladores rurales más pobres, que le están agradecidos porque fue el primer presidente que hizo obras en sus comunidades. Valle Sur-Ocongate y Cuatro Lagunas también parecen desmentir esta idea. Los resultados de de Fujimori júnior son paupérrimos en ambos territorios. En ningún distrito obtiene más del 15%. Incluso el voto en blanco supera a la hija del encarcelado ex gobernante en muchos lugares. Esto es significativo porque, siguiendo la línea de pensamiento más habitual, se trataría de distritos en los que, sobre el papel, parecen cumplirse todas las premisas para una gran votación fujimorista: altos niveles de pobreza, población casi completamente rural y fuerte presencia de programas sociales durante los noventa. En contraste, es interesante ver que el voto de Fujimori es mayor (aunque siempre con porcentajes muy bajos) en las zonas más urbanas de los dos territorios analizados. Es el caso de Urcos, donde Fujimori obtiene el 10,1%. También es importante en Oropesa y Andahuaylillas, los distritos mejor articulados y más cercanos a Cuzco de todos los analizados. En las zonas más rurales, pobres y alejadas, por el contario, Fujimori es incluso desplazada del segundo puesto por Toledo. Esto ocurre en distritos de Cuatro Lagunas, como Mosoc Llacta, Túpac Amaru y Pomacanchi.
Por cierto que las lealtades personales tampoco le funcionan a la candidatura de Kuczynski. En Quiquijana, la tierra natal de su candidato a vicepresidente, Máximo San Román, apenas obtiene el 2,2%. Es superado por Ollanta (83%), Fujimori (6%), Toledo (3,9%) e incluso Castañeda (3,8%).
3) Los votantes de Ollanta representan al perro del hortelano. Dicho de otra manera: quienes votan a Humala son quienes piensan que no les ha ido bien en los últimos años y en consecuencia están descontentos con el sistema actual. Al menos en Valle Sur-Ocongate, esto tampoco parece ser así. O en todo caso, la relación entre mala percepción de la situación personal y voto a Humala no está tan clara.
En agosto de 2010, aplicamos una encuesta en dos distritos de este territorio: Ocongate y Oropesa. Un resultado especialmente significativo es que la población de ambos distritos mayoritariamente señaló estar mejor que hacer diez años. Estos datos tienen una relación compleja con los datos duros de pobreza, que se han mantenido estables en ambos distritos. Pero en todo caso muestran que el ambiente general no es de pesimismo y frustración. Sin embargo, en ambos distritos Humala arrolla en la elección presidencial: el 60% en Oropesa y el 76% en Ocongate. Este cruce de datos parece indiciar que la relación entre percepción de la evolución de la situación personal y voto a Humala no es lineal. No todos los que votan a Humala lo hacen porque piensen que ahora están peor que antes. Puede que piensen que el sistema está mal, pero no necesariamente lo piensan porque crean que a ellos les ha ido mal.
El voto a Humala no necesariamente es un voto de bronca. O no es solo eso. Es también algo más complejo: el voto de quienes, más allá de pensar si personalmente están bien o mal, creen que el país podría estar mejor y que Humala representa esa posibilidad. Es decir, estaríamos ante un voto menos inmediatista (menos basado en la evaluación de la situación personal) y más ideológico. Más vinculado a una evaluación sobre lo deseable y lo posible, no solo en lo personal, sino también en relación con lo colectivo.
Dicho sea de paso, esto es lo que casi todos pensamos de nosotros mismos a la hora de evaluar nuestro voto: que lo decidimos pensando, no solo en lo que es mejor para nosotros, sino también evaluando lo creemos que es mejor para el colectivo. Quizás tengamos que empezar a pensar que los pobladores de Cuatro Lagunas y de Valle Sur-Ocongate hacen lo mismo: votan pensando no solo en ellos mismos y en su situación personal, sino evaluando también en lo que consideran mejor para el país (aunque esta idea sobre lo mejor y lo peor para el país no sea igual que la nuestra).
Gráfico 1
Gráfico 2
4) En el Perú no existen humalistas. Esto no es tanto un tópico, como una línea de análisis surgida en los últimos días que señala que si bien el voto de Humala expresa corrientes de fondo, la figura del candidato no genera adhesiones en sí misma. Puede que esto sea cierto en las áreas urbanas y en los sectores medios. Habría que hacer los cruces de votos correctos para verificarlo. Pero no parece ser así en las zonas rurales de Cuzco. La votación de Humala en las elecciones de 2006 y 2011 indica que, al menos en Valle Sur-Ocongate y en Cuatro Lagunas, sí existen humalistas. Humalistas y no nacionalistas, porque estos resultados se dan únicamente cuando Ollanta Humala es el candidato. La unanimidad del voto de Humala contrasta fuertemente con la extremada fragmentación de las elecciones locales de octubre de 2010. Pese a ganar en cinco municipalidades, el porcentaje del voto del Partido Nacionalista Peruano es menos de un tercio del obtenido por Humala.
Resultaría entonces que tenemos un conjunto de anhelos y expectativas (una evaluación sobre lo que se desea para el país) que se condensa no en el nacionalismo como programa, ni en el Partido Nacionalista Peruano como agrupación política, sino en la figura de Humala. Igual, por cierto, que Alan García pesa más que el aprismo y el PAP, Toledo más que el peruposibilismo y el PP, y los Fujimori más que el fujimorismo y sus agrupaciones ad hoc.
Cuadro 5. Resultados electorales 2010 y 2011
En resumen, parece que, contra lo que los señalan algunas líneas de análisis, el voto rural de la sierra sur responde a algo más que “agradecimiento por obras” y aspiraciones de mejora personal. El voto de Humala es un voto más leal y menos inmediatista de lo que se ha dicho. Es un voto en el que también juegan los componentes ideológicos. Es el resultado de sentidos comunes colectivos y expresa un proyecto de país que no necesariamente (o no solo, o no siempre) surge de la frustración y de la bronca.
Por supuesto, estas son ideas preliminares. El ámbito de estudio es demasiado pequeño para sacar conclusiones extrapolables al conjunto del país, o incluso al conjunto de la sierra sur. Las tendencias señaladas pueden deberse a circunstancias locales, que contrastan con lo ocurrido en otras zonas del Cuzco y en otros departamentos. Serán necesarios estudios más amplios para confirmar o desmentir las ideas aquí señaladas. Sin embargo, creo que son pistas a seguir. Los resultados electorales muestran que, como comunidad de pensamiento, hay muchas cosas en la política peruana que no entendemos. Procesos y recurrencias que no somos capaces de aprehender y explicar con las líneas de análisis que hemos seguido en los últimos años. Aprender de la realidad es una obligación que tenemos que encarar si no queremos que los trenes sigan pasando por delante de nuestros escritorios sin que nosotros los veamos.
* Historiador, investigador del IEP.
1 Estos territorios han sido seleccionados por haber sido el escenario de sendas investigaciones recientes por parte del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y el Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade), en el marco del programa Dinámicas Territoriales Rurales del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp). Los resultados de estas investigaciones se pueden consultar en Hernández Asensio y Carolina Trivell 2011, y Javier Escobal, Carmen Ponce y Raúl Hernández Asensio 2011.
Referencias bibliográficas
Hernández Asensio, Raúl y Carolina Trivelli (2011). Crecimiento económico, cohesión social y trayectorias divergentes Valle Sur-Ocongate (Cuzco-Perú). Documento de trabajo n.° 65. Programa Dinámicas Territoriales Rurales. Santiago: Rimisp.
Escobal, Javier, Carmen Ponce y Raúl Hernández Asensio (2011). Intervenciones de actores extra-territoriales y cambios en la intensidad de uso de los recursos naturales: el caso del territorio Cuatro Lagunas, Cusco-Perú. Documento de trabajo n.° 74. Programa Dinámicas Territoriales Rurales. Santiago: Rimisp.
- Estos territorios han sido seleccionados por haber sido el escenario de sendas investigaciones recientes por parte del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y el Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade), en el marco del programa Dinámicas Territoriales Rurales del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp). Los resultados de estas investigaciones se pueden consultar en Hernández Asensio y Carolina Trivell 2011, y Javier Escobal, Carmen Ponce y Raúl Hernández Asensio 2011. ↩
Honorable Senor: Ollanta Humala mis felicitaciones por la vtriocia! por fin me siento orgullosa de ser peruana de tener a un presidente valiente e inteligente con fuerza y decision, yo se que va ha luchar por nuestro pais y va a sacar adelante nuestra patria. Le escribo desde Seattle Washington. Que viva el PERU!