En mayo ya doce movimientos regionales y doce partidos políticos nacionales se encontraban inscritos en el directorio de organizaciones políticas de Cusco del JNE.

Después de las elecciones regionales y municipales de 2006, Cusco era mencionado como uno de los prometedores casos de “consistencia política regional” que mostraba un escenario más optimista para la articulación política que el ofrecido hasta entonces por la mayoría de analistas políticos (Meléndez y Vera 2006). Si tuviera que evaluar el caso cusqueño hoy en términos de los niveles de articulación política regional mostrado, creo que lamentablemente se acerca más al escenario de fragmentación promedio. Así, en mayo ya doce movimientos regionales y doce partidos políticos nacionales se encontraban inscritos en el directorio de organizaciones políticas de Cusco del JNE. Veinte de estas organizaciones habían suscrito el pacto ético electoral para las elecciones regionales promovido por el mismo organismo.

En este artículo hago una rápida revisión a la actualidad política cusqueña camino a las elecciones regionales de octubre. Discuto los problemas de articulación política actual en la región, presento a los candidatos más voceados para ganar la elección e identifico una tendencia interesante, al parecer también presente en otras regiones, de candidatos empresarios participando en política.

La inexistencia de organizaciones políticas de alcance regional

Como parte de mi trabajo de tesis he estado entrevistando a políticos, periodistas, académicos y representantes de la sociedad civil cusqueña. Todos los actores y analistas consultados coinciden en señalar la precariedad de las organizaciones políticas en la región. Como en la mayoría de departamentos del país, en Cusco los movimientos políticos regionales y partidos no tienen existencia orgánica ni mantienen un trabajo permanente, sino que “vuelven a la vida” con cada convocatoria de proceso electoral. Algunos movimientos regionales nacidos desde lo local y con respaldo de sectores rurales, como Autogobierno Ayllu o Acuerdo Popular Unificado (APU), están intentando afianzar su organización de forma más permanente, pero tienen dificultades para consolidarse a nivel departamental y proyectarse en la capital. Al parecer, el nacionalismo tampoco ha logrado consolidar una organización partidaria en estos años, y sus opciones electorales son muy dependientes del liderazgo de su candidato a la región, Jorge Acurio Tito, el alcalde de San Sebastián. En este precario escenario, el APRA es, muchos concuerdan, el partido más organizado. Sin embargo, la mayoría agrega, en el “Cusco rojo” el APRA nunca ha sido una opción electoral viable, y a ello se suma que este partido ha sufrido los embates de una serie de pugnas y conflictos internos recientes.

En el “Cusco rojo” el APRA nunca ha sido una opción electoral viable, y a ello se suma que este partido ha sufrido los embates de una serie de pugnas y conflictos internos recientes.

Unión por el Perú (UPP), partido fundado en Cusco por el recordado Daniel Estrada, pudo haber sido una excepción a esta precariedad. En las elecciones de 2006, la UPP ganó el gobierno regional con una votación extendida a nivel del departamento (obtuvo la mayor votación en 9 de las 13 provincias de Cusco) y ganó también 38 municipalidades (el 35% de las municipalidades del departamento), incluyendo 6 provinciales (CBC, 2006). Más aún, su candidato y actual presidente regional, Hugo Gonzales Sayán, había quedado en segundo lugar en la elección regional de 2002, a tan sólo 2,23 puntos porcentuales del ganador; y en aquella oportunidad, UPP ganó también 12 municipalidades. Fueron estas credenciales las que hicieron pensar que Cusco tenía posibilidades de obtener coherencia y consistencia política a escala regional (Meléndez y Vera 2006).

Sin embargo, la victoria de UPP fue efímera. En 2006, el partido hizo una alianza con una serie de movimientos locales para las elecciones regionales y municipales. Estas alianzas resultaron precarias. Una vez en el puesto, varios alcaldes elegidos por UPP se alejaron de la agrupación. Las denuncias de corrupción asociadas a más de una gestión no ayudaron tampoco a fortalecer esta opción partidaria. Algunos entrevistados refieren que la precariedad de este partido se debe en parte a que Estrada fue un cacique que no construyó organización. Por ello, una vez que él falleciera, el partido se desarticuló rápidamente. El liderazgo de Gonzales, construido desde los medios, le permitiría subsistir como opción electoral, pero con una organización más limitada y frágil.

La UPP y el expectante liderazgo de Gonzales no terminaron de consolidarse una vez asumida la gestión. Para ser elegido, Gonzales explotó un discurso radical que prometía, entre otras cosas, luchar por una descentralización total, incluyendo el paso de las empresas que dependen de Fonafe a una administración por parte del gobierno regional, trabajar por una nueva constitución o al menos el cambio del capítulo económico de la vigente, y la revisión y renegociación de todos los contratos de concesión y privatización. No obstante, a decir de muchos, una vez asumido el gobierno, Gonzales se olvidó de muchas de sus propuestas. Hoy por hoy, en medio de denuncias de corrupción a la gestión del gobierno regional, la UPP vive una aguda crisis. Recientemente, una buena cantidad de alcaldes electos por UPP saltaron del barco para postular a la reelección por otras agrupaciones. Para mayo, no contaba con un local partidario. Por lo demás, hasta ahora la agrupación no confirma a quién lanzará como candidato o si lo hará.

Los últimos han sido años caóticos y decepcionantes para la política cusqueña. El periodo 2006-2010 ha estado marcado por los escándalos protagonizados por las autoridades electas a la municipalidad provincial de Cusco (con tres alcaldes vacados por nepotismo).

En general, los últimos han sido años caóticos y decepcionantes para la política cusqueña. El periodo 2006-2010 ha estado marcado por los escándalos protagonizados por las autoridades electas a la municipalidad provincial de Cusco (con tres alcaldes vacados por nepotismo), aunque estos han salpicado también a otras gestiones locales y también a la regional. La sensación generalizada es que se está perdiendo tiempo, recursos (bastante mayores a los que se tenía antes) y oportunidades.

Entonces, como en otras regiones, lo que se observa en Cusco no son organizaciones políticas propiamente dichas sino liderazgos, redes limitadas y alianzas improvisadas. Probablemente la nueva elección no arroje predominancias partidarias claras a nivel departamental o, si lo hace, es posible que sean también pasajeras y veamos sucederse, como hasta la fecha, alejamientos de autoridades electas y/o conflictos entre el presidente regional y vicepresidente/consejeros o entre alcaldes y teniente alcalde/regidores. En realidad, en este escenario, la aplicación de las nuevas normas electorales (segunda vuelta y la definición del distrito electoral provincial para las elecciones regionales) puede culminar en un desenlace riesgoso para la gobernabilidad democrática aquí y en otros departamentos. Por ejemplo, es posible que un presidente regional sea elegido sin que ningún miembro de su lista alcance un lugar en el consejo (en el caso que gane en segunda vuelta una lista que había quedado segunda en todas las provincias) (Remy 2010).

¿Quién es quién en Cusco?

Esta precariedad organizativa, sin embargo, no implica que todo se renueve de elección en elección. ¿Qué tipo de liderazgos políticos se observan en Cusco? Los candidatos a la región más conocidos están lejos de ser personajes nuevos en la política departamental. En este sentido, es cierto que no se trata de desconocidos o outsiders (Meléndez 2007). Se cuenta entre ellos, entre otros, a ex autoridades regionales (Adolfo Saloma 1990-1992, Carlos Valencia 1994-1998, Carlos Cuaresma 2002-2006), ex candidatos a la región (Máximo San Román, Armando Villanueva por Acción Popular), alcaldes y ex alcaldes (Carlos Cuaresma 1984-1986, Carlos Valencia 1998-2006, Wilbert Rozas 1993-2010, Jorge Acurio 2006-2010, Hernán De la Torre 2006-2010).

¿Qué tipo de liderazgos políticos se observan en Cusco? Los candidatos a la región más conocidos están lejos de ser personajes nuevos en la política departamental.

A continuación presento una reseña de los candidatos que se especula tienen mayores posibilidades en la próxima contienda.  A decir de todos los entrevistados, los dos primeros (Acurio y San Román) concentran la mayoría de las preferencias electorales.  1 Con las nuevas reglas, probablemente pasen a la segunda vuelta. No obstante, algunos creen que Valencia tiene posibilidades de pelear por llegar en segundo lugar. Cuaresma, De la Torre y Rozas no aparecen entre los favoritos. Si bien no se descarta que sus candidaturas logren despuntar más durante la campaña, para muchos parece difícil que logren remontar lo suficiente como para llegar a una segunda vuelta.

Para empezar, Jorge Acurio Tito es arquitecto y el actual alcalde del distrito San Sebastián (provincia de Cusco), elegido por el Partido Nacionalista. El 3 de abril presentó su renuncia para poder postular como candidato a la región. Viene de una familia con experiencia política (su madre fue tres veces alcaldesa de San Sebastián). En 2002, fue candidato a la alcaldía de San Sebastián por el Movimiento Democrático Juntos por el Progreso (que presentó a Marina Sequeiros para la región) y quedó en segundo lugar. En el escenario de hartazgo por corrupción generalizada de los últimos años, en la ciudad del Cusco ha destacado con una gestión medianamente eficiente y ha generado empatía con la gente. Va a tener dificultades para proyectar su liderazgo en provincias (es una figura muy capitalina), pero su postulación por el Partido Nacionalista puede ayudarlo. Sin embargo, su candidatura podría ser cancelada o ser vacado de su cargo si una sentencia en su contra en un proceso judicial en curso se hace efectiva.

Por su parte, Máximo San Román Cáceres es ex vicepresidente de la república, senador (1990-1992) por Cambio 90 y congresista por el Movimiento Obras (1995-2000). Fue candidato a la presidencia regional en 2006 por el Movimiento Regional Inka Pachacútec. Obtuvo el 27,54% de los votos válidos y quedó en el segundo lugar. Se presenta como un empresario emergente exitoso (producción de máquinas y equipos para el sector de la panificación) que apoya proyectos de desarrollo social. Postula por el Movimiento Regional Pan. Existen dos factores que, a decir de algunos, pueden limitar su candidatura. Uno es que se le ve como un candidato de los empresarios o la derecha, algo que en un departamento con tradición de izquierda como Cusco no es auspicioso. Segundo, algunas personas creen que “el efecto Marina” puede contagiarlo: al igual que San Román, Marina Sequeiros fue una cusqueña que regresó a Cusco como candidata tras muchos años de haber vivido fuera de la región. Sequeiros fue vacada de la alcaldía de Cusco acusada de nepotismo y estuvo rodeada por una serie de denuncias de corrupción.

Otro de los candidatos con posibilidades es Carlos Valencia Miranda, ex prefecto de la región Inka, presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional (CTAR) entre 1994 y 1998 y viceministro de Desarrollo Regional del Ministerio de la Presidencia (1998). Ha sido dos veces alcalde de la Municipalidad Provincial del Cusco (por Vamos Vecino 1998-2002 y por el Movimiento Cusco en Acción 2003-2006). Postuló a la reelección de la alcaldía de Cusco en 2006, pero quedó en segundo lugar. Aunque ha tratado de marcar distancia más de una vez presentándose como invitado, es conocido por ser el candidato fujimorista en Cusco. Su movimiento regional Pueblo en Acción ha hecho una alianza con Fuerza 2011 para los próximos comicios regionales y municipales. Algunos creen que el “voto oculto” por Fujimori podría beneficiarlo. Otros creen que el haber tenido un perfil político bajo estos últimos años no lo ayudará en la campaña.

Carlos Cuaresma Sánchez, periodista y ex presidente regional (2002-2006), se encuentra también entre los candidatos más conocidos. Construyó su liderazgo político desde los medios (radio y TV). Postuló a la reelección en 2006, pero obtuvo menos del 7% de los votos válidos. El 6 de abril del presente año canceló su inscripción en el Frente Independiente Moralizador (FIM) para afiliarse a Perú Posible, partido por el que postulará como candidato a la región. Fue también congresista (1995-2001) por el FIM y alcalde del distrito de Santiago (1984-1986) por la Izquierda Unida. Así como la de su sucesor, su gestión en el gobierno regional fue opacada por denuncias de corrupción. Un entrevistado comenta que su candidatura carga con “el sambenito de los periodistas” que terminan su gestión entre denuncias de corrupción. En el contexto de la protesta contra la exportación del gas a México, su alianza con Perú Posible no lo ayuda mucho.

El movimiento regional Tierra y Libertad logró recientemente su inscripción. Su candidato regional, Wilbert Rozas, es reconocido por su gestión como alcalde en Limatambo y Anta, y las exitosas experiencias de participación ciudadana que implementara. No obstante, tendrá dificultades para proyectar su liderazgo a nivel regional: Anta es una provincia un poco desvinculada de la dinámica política regional, cuya agenda es marcada por los sucesos de la capital, las provincias altas y La Convención. Algunos comentan también que Rozas está llegando un poco tarde a la campaña y sin mucho entusiasmo.

Así como Rozas, Hernán De la Torre dueñas compite por la región utilizando como plataforma su gestión como alcalde de La Convención, la provincia con mayor población electoral en el departamento. Profesor de profesión, De la Torre ha sido además dos veces regidor de la referida municipalidad provincial (1996-1998, 1999-2001) por listas independientes. Es uno de los alcaldes electos por UPP que dejaron de lado al partido luego de asumir el cargo. A esta elección se presenta por el movimiento político APU, integrado por varios alcaldes del departamento.

Además de estos contendores, otros cuatro se perfilan como posibles candidatos. En primer lugar, Víctor Boluarte Medina (APRA), actual jefe de la Zona Registral X, Sede Cusco. Fue regidor de la Municipalidad Provincial de Cusco (2002-2006) y candidato a la alcaldía provincial en 2006. Las denuncias de corrupción que cayeron también sobre militantes apristas del Cofopri en Cusco jugarán en su contra, pero contará con el aparato partidario a su favor. En segundo lugar, está Adolfo Saloma Gonzales (Movimiento Nueva Izquierda, MNI), arquitecto y ex regidor de la Municipalidad Provincial del Cusco por Izquierda Unida (IU) (1981-1989), ex presidente de la Asamblea Regional (1990-1992) y catedrático universitario. Finalmente, Armando Villanueva Mercado (Acción Popular, AP), arquitecto y ex decano del Consejo Regional de Arquitectos y ex presidente del Consejo Regional de Colegios Profesionales (Codepro), es también ex candidato al congreso y a la presidencia regional por AP.

Teniendo en cuenta el importante número de posibles candidaturas en Cusco, me atrevo a especular que en los próximos comicios veremos una pugna entre liderazgos con trayectorias de diferente origen y probablemente la continuidad de la misma dispersión que se observaba en otras regiones en 2006. Considero, además, que lo observado y analizado en Cusco no dista mucho de lo que parece estar sucediendo en otros departamentos. Con elevados números de movimientos y partidos inscritos y poca institucionalización política, tendremos una pugna entre movimientos “regionales” que en la mayoría de casos lo que representan son liderazgos. En este escenario, es probable que la fragmentación política se mantenga y que veamos más cambios que continuidades en el mapa político regional y local.

Antes de concluir quisiera señalar un punto que se observa en el caso cusqueño, y que pareciera constituir una posible tendencia presente en varios departamentos.

¿Nueva tendencia?

Considero que el proceso electoral en curso está haciendo evidente una trayectoria política cada vez más frecuente: la de empresarios regionales emergentes que dan el salto (a veces exitoso) hacia la política. Así como la era de los militantes partidarios dio paso a la de los “técnicos” y/o “profesionales” (liderazgos que se proyectaban luego de gestiones eficientes en entidades públicas o de una carrera prestigiosa en cátedras universitarias o colegios profesionales) y los periodistas, hoy parece que demostrar ser un empresario exitoso podría vender electoralmente. O así lo esperan algunos candidatos en diversas regiones.

Así como la era de los militantes partidarios dio paso a la de los “técnicos” y/o “profesionales” y los periodistas, hoy parece que demostrar ser un empresario exitoso podría vender electoralmente. O así lo esperan algunos candidatos en diversas regiones.

Lo novedoso no es la relación entre empresarios y política sino su participación directa como candidatos y autoridades. Hasta hace relativamente poco, los empresarios solían involucrarse en política pero tras bambalinas, financiando campañas para candidatos (a veces a varios al mismo tiempo) pero sin hacer públicas sus preferencias. Hoy tenemos cada vez más empresarios que se animan a incursionar en lides electorales ofreciendo a la ciudadanía trasladar suexpertise como gerentes exitosos del mundo privado al público. Por lo que se puede observar, se trata de pequeños y medianos empresarios emergentes y de administradores que hacen su carrera en el sector privado. No son parte del gran empresariado, sino un sector al que le importa ganar status y reconocimiento a través del ingreso a la política y la vida pública. Varios de estos candidatos cuentan con recursos propios o acceso a fuentes de financiamiento para sus campañas.

Además de invertir mucho dinero en la campaña con el consecuente peligro de mercantilizar demasiado la política, algunos de estos candidatos se dan el “lujo” de ofrecer donar su sueldo si son elegidos. Por ejemplo, Wilfredo Oscorima, candidato regional de Alianza para el Progreso (APP) en Ayacucho, ha dado mucho que hablar ya en este sentido. Además de haber prometido que de llegar a la presidencia regional regalará su sueldo a las organizaciones sindicales y campesinas, Oscorima dona dinero a las comunidades, invierte en “actividades sociales” (donaciones a personas necesitadas, por ejemplo, para una operación de urgencia) y reparte una serie de regalos durante sus actos de campaña. Pero Oscorima, que proviene del negocio de casinos, no es el único “candidato empresario” de Ayacucho. 2   Rofilio Neira, que va a la elección por Todos con Ayacucho (TOCA), también es un exitoso empresario emergente dedicado a la comercialización de gas licuado de petróleo que se ha hecho más conocido a través de su presidencia del club Inti Gas Deportes —su símbolo es una pelota de fútbol—.

Además de invertir mucho dinero en la campaña con el consecuente peligro de mercantilizar demasiado la política, algunos de estos candidatos se dan el “lujo” de ofrecer donar su sueldo si son elegidos.

César Acuña, alcalde de Trujillo, ex candidato presidencial y empresario de la educación (rector fundador de la Universidad César Vallejo), es un representante exitoso de esta nueva trayectoria, y Alianza para el Progreso (APP), una apuesta por este tipo de proyecto. En este caso, la universidad privada funge como una fuente de recursos (escasos) a ser invertidos en la política. 3 El negocio proporciona los medios necesarios para ser distribuidos tanto entre eventuales candidatos (plazas como profesores y con buenos salarios en términos comparativos; recursos para la campaña electoral, como sucedió en las últimas elecciones complementarias de 2010) como entre potenciales electores (becas de estudios, recursos repartidos en actividades de asistencia social, etcétera).

Tal vez inspirado en la figura de Acuña, Juan Luque Mamami, rector de la Universidad Andina de Puno, se lanza como candidato a la región por el movimiento regional Reivindicación Andina, Integración, Coparticipación, Eje Económico y Solidaridad (Raíces). Este empresario universitario es nuevo en la política, y está tratando de proyectarse a partir de su eficiente labor en la gestión de recursos de la universidad: los ahorros generados en los últimos años en la administración de la casa de estudios habrían hecho posible la multiplicación de edificios en el campus ubicado en Juliaca y el aumento de sueldo de los profesores, entre otras cosas.

Como ya se mencionó, San Román explota su trayectoria como empresario exitoso para su candidatura al gobierno regional en Cusco. San Román, no obstante, no es nuevo en política. Incursionó en ella al ser elegido senador y vicepresidente por Cambio 90 en las elecciones de 1990. Su imagen y propuestas no fueron suficientes para ganar la región en 2006, cuando fue derrotado por un periodista. No obstante, quedó en segundo lugar y obtuvo un nada despreciable 27,54% de los votos válidos. Algo parecido sucedió con Javier Atkins Lerggios en Piura. Atkins, administrador egresado de la Universidad de Piura y ex gerente regional del Banco de Crédito por muchos años, se lanzó a la presidencia regional en 2006 por el movimiento Obras + Obras y quedó en el segundo lugar con 22,16%. Trelles Lara, del APRA, le ganó por menos del 3% de los votos válidos.

Esta aparente tendencia también estaría presente a nivel local, al menos en Cusco. Así tenemos a algunos alcaldes cusqueños que son empresarios, como el propio Jorge Acurio, Willy Cuzmar del Castillo (alcalde del distrito de Wanchaq y ex director de la Cámara de Comercio) y Luis Florez García (alcalde de Cusco y dueño de grifos). Precisamente, Cuzman y Florez son los dos candidatos a la alcaldía de Cusco que parecen contar con más posibilidades de ser elegidos.

Habrá que evaluar más sistemáticamente qué tan general es esta tendencia de candidatos empresarios. Asimismo, tendremos que esperar para ver si resultan más exitosos en la construcción de agrupaciones políticas regionales (algo que hasta la fecha no parecen estar haciendo) y si, de ser elegidos, ofrecen gestiones más atractivas para la ciudadanía.


* Egresada de sociología de la PUCP. Máster y candidata a doctora en Ciencia Política por la Universidad de Texas en Austin.
Referencias bibliográficas

Meléndez, Carlos (2007). “Los movimientos regionales: los ‘viejos desconocidos’”. En Coyuntura, año 3, nº 10, enero-febrero.

Meléndez, Carlos y Sofía Vera (2006). “Si ‘todos perdieron’, ¿quién ganó? Los movimientos regionales en las elecciones de noviembre del 2006”. En Argumentos. Coyuntura Electoral, año 1, n º 8, diciembre.

Remy, María Isabel (2010). “¿Son representativos los gobiernos regionales?”. En Revista Argumentos, año 4, nº 1, marzo.

Centro Bartolomé de las Casas (2006). Balance estadístico de las elecciones regionales 2006, CBC, Cusco, diciembre.


  1. La falta de encuestas periódicas, como en Lima, hace difícil tener una proyección certera más allá de rumores y “sondeos” informales a los que los políticos recurren (preguntar opinión en mercados, ferias u otros). El Centro Guamán Poma de Ayala realizará una encuesta electoral recién en julio.
  2. Ver notas diversas de Tycho Janampa en www.noticiasser.pe/ ayacucho.  
  3. La Universidad César Vallejo cuenta actualmente con siete sedes distribuidas en Lima, Trujillo, Tarapoto, Chiclayo, Piura y Chimbote y con más de cien mil estudiantes a nivel nacional (http://www.ucv.edu.pe/portal/acercade_ucv. aspx?nUniOrgCodigo=70000).