Si bien muchos asocian la reivindicación de la figura de Túpac Amaru con el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas liderado por Juan Velasco Alvarado, esta se trata de una tendencia que había iniciado varios años atrás. En este artículo, Raúl Asensio examina el caso del deportista de lucha libre que empleó el apelativo de Túpac Amaru para cimentar su carrera en España (y otras zonas de Europa) en las décadas de 1950 y 1960 (antes que el GRFA llegue al poder). El texto muestra el ascenso y caída del luchador que, a partir de la reivindicación de sus orígenes quechuas y los imaginarios al respecto, llegó a ser una de las figuras centrales de la práctica de lucha libre en Europa.
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