“En la playa azulina se difunden cantoras 
En un orfeón de sueños, quejas desgarradoras 
Y dicen tempestades, dicen tribulaciones, …” 
J.M. Eguren, Elegía del Mar

El hartazgo y la desesperación frente a la indiferencia de las autoridades locales y provinciales, y la situación caótica y contaminante del tráfico vehicular en las vías del distrito, llevaron a los vecinos de Barranco a organizar una pacífica marcha de protesta el pasado 4 de febrero, que logró movilizar a una considerable cantidad de barranquinos y barranquinas provenientes de diversos sectores socioeconómicos y lugares del distrito. La multitudinaria presencia convocada y liderada por el Grupo de Iniciativa Vecinal Salvemos Barranco (en adelante SB), logró esa noche su primer éxito: el compromiso del señor Javier Baraybar, Gerente de Transporte Urbano de la Municipalidad de Lima, de cumplir con la primera propuesta del plan de emergencia, la inmediata reapertura de la concluida Av. Bolognesi para el transporte público y pesado, en dirección norte-sur, y la reducción significativa, en un lapso de 15 días, de las líneas que circulan por el distrito (incrementadas en los últimos meses en más de cuatro veces en algunas vías)1, a fin de aliviar la insoportable presión del tráfico generado en la fase de construcción del Proyecto Corredor Segregado de Alta Velocidad, COSAC I, en el tramo Sur – Barranco2.

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Imagen 1. Interpreta directamente el sentimiento de pérdida y destrucción, y simboliza la adhesión al movimiento de defensa del distrito. (Afiche: Cherman, febrero 2009)

Si en un inicio los distintos niveles del problema, y de la aproximación a este, fueron descubiertos por los vecinos en el transcurso de reuniones espontáneas donde manifestaban su descontento a nivel de barrio, fueron las Juntas Vecinales las que propiciaron los primeros espacios colectivos de reflexión y discusión del problema que afectaba a todos los barranquinos por igual. La autoorganización, en ausencia de la autoridad llamada a liderar la defensa de Barranco, fue asumida responsablemente por los conurbanos, organizados o no. La posibilidad de proponer y opinar sobre la suerte del castigado distrito, y de ser escuchados, abre entonces nuevos espacios institucionales y descubre caminos para acercarse al ideal de participar realmente del gobierno de la ciudad.

Un nuevo espacio en el paisaje barranquino

La construcción de una representación pública que canalice los intereses del distrito frente a las autoridades locales y provinciales ha surgido, y se sostiene, en base a las iniciativas y acciones, conducidas desde ámbitos y sectores diversos, principalmente colectivos, que han puesto en cuestión una serie de atropellos cometidos contra los intereses del distrito, y que trabajan en la perspectiva de una saludable propuesta de cambio, que no siempre es bien entendida –menos practicada– por las autoridades.

La autoorganización, en ausencia de la autoridad llamada a liderar la defensa de Barranco, fue asumida responsablemente por los conurbanos, organizados o no. La posibilidad de proponer y opinar sobre la suerte del castigado distrito, y de ser escuchados, abre entonces nuevos espacios institucionales y descubre caminos para acercarse al ideal de participar realmente del gobierno de la ciudad.

El Grupo SB está representado por trece vecinos provenientes de los diferenciados barrios de la ciudad 1, demarcados social y económicamente por el trazo de las calles paralelas que corren de oeste a este, desde el malecón hasta la calle Manuel de la Fuente, en la frontera con el vecino distrito de Surco. En su espontánea conformación no ha existido ningún interés político partidario explícito, su composición es plural y se comparte el interés por la recuperación de formas democráticas y el rechazo a la perversa imposición de proyectos que vienen deteriorando la calidad de vida de los vecinos y liquidando los valores ambientales y patrimoniales de la ciudad.

Ya existían, desde los últimos años, importantes iniciativas vecinales dirigidas a la recuperación de valores y a la consolidación de redes sociales. Destaca, por su antigüedad y amplitud la Asociación de Vecinos Manuel Montero Bernales; también el Proyecto Barrio, que busca mejorar y ampliar las áreas verdes y recuperar las calles como espacio público 2; igualmente, la Revista El Molino 3, que plantea un espacio de opinión crítica al servicio de los vecinos. El Boletín Informativo de la Asociación de Empresarios de Barranco constituye igualmente un referente que sienta la posición del gremio frente a los problemas del distrito y es distribuido gratuitamente 4. Recientemente, la Asociación Siempre para Barranco y la aparición de diversos blogs 5, entre otros, involucrados en temas y acciones sobre el espacio público 6

El apoyo mediático ha tenido un interesante efecto retroalimentador para el movimiento, permitiendo, al Grupo y a los vecinos, tomar conciencia de la envergadura del impacto de la movilización sobre miles de usuarios no barranquinos 7, así como de la solidaridad de la ciudad con respecto de la agresión hacia el valorado patrimonio monumental, reconocido hace mucho como parte del imaginario de la ciudad de Lima.

Salvemos a Barranco

El proyecto del corredor vial en Barranco ha excluido totalmente a los vecinos del proceso participativo de consulta durante todas las etapas que implica su puesta en funcionamiento. Aprobado durante la deplorable gestión de Martín del Pomar, el proyecto ha sido heredado en silencio, y con la indiferencia de quien consiente, por el actual Alcalde Antonio Mezarina Tong. La falta de una propuesta integral para el desarrollo urbano de Barranco, la ausencia de una perspectiva moderna, en términos de la conveniencia del involucramiento vecinal en la concepción y gestión de los problemas del distrito, y de la presencia de profesionales y técnicos locales dispuestos a participar en un espacio de consulta ciudadana y de asesoría, debilitan e invalidan una oscura gestión de gobierno y convierten al distrito en una verdadera tierra de nadie.

El distrito más pequeño de Lima, con 35,000 habitantes, se ha convertido en una arena política donde se negocian descaradamente los intereses de inversionistas, empresas inmobiliarias y particulares, que controlan a su gusto las alturas de edificios, demoliciones o nuevas construcciones.

Como parte de esta situación de desgobierno e incapacidad en la gestión municipal, existen actualmente acusaciones de nepotismo y de malos manejos del dinero público por parte de las autoridades 8. Se tiene conocimiento de que en los últimos meses se produjo la renuncia de dos funcionarias, provenientes de una exitosa gestión en la Municipalidad de Surco, para evitar verse involucradas en la firma de documentos para pasar gastos no efectuados  9.

El distrito más pequeño de Lima, con 35,000 habitantes, se ha convertido en una arena política donde se negocian descaradamente los intereses de inversionistas, empresas inmobiliarias y particulares, que controlan a su gusto las alturas de edificios, demoliciones o nuevas construcciones que atentan contra la armonía del paisaje urbano de la Zona Monumental, con la aprobación de la Gerencia de Desarrollo de la Ciudad y Medio Ambiente del Municipio barranquino, y ante la pasividad del Instituto Nacional de Cultura.
Impactos ambientales y otros atropellos 
El proyecto del Metropolitano ha comprometido la integridad y supervivencia de Barranco y la calidad de vida de sus habitantes. El corte longitudinal del distrito, trazado por el paso del corredor vial por la Av. Bolognesi, plantea serios problemas de espacio y de acceso (atención al mutilado óvalo Balta); además, ha partido a Barranco en dos –el muro de la vergüenza lo llaman los vecinos– que, al mismo tiempo, subraya la marcada diferenciación socioeconómica existente en la zona que limita con Surco – tradicionalmente marginada por los gobiernos de turno– con respecto del malecón.Es claro que a la base de la tremenda indignación suscitada por la imposición de una vía de tránsito rápido en el corazón del distrito –con serias consecuencias sociales, ambientales y económicas para los vecinos, y sin ninguna consideración hacia el patrimonio monumental– se encuentra una serie de acciones no resueltas perpetradas por las últimas gestiones edilicias en contra de la voluntad de la mayoría de los barranquinos, acciones nunca sometidas a consulta ni informadas a los vecinos. La concesión por 60 años del Parque de la Lagunita, patrimonio del distrito, el remate en 300,000 dólares del hermoso edificio republicano del Mercado Municipal (hoy día transformado en un insulso supermercado), la construcción de una muralla de edificios que dan la espalda obscenamente al distrito, ocupan los acantilados y acaparan la vista al mar, y la lamentable entrega de terrenos en las playas, que han recortado los espacios de uso público aprovechados para el esparcimiento no solamente de los habitantes de Barranco sino de la ciudad de Lima. Son algunas de las vergüenzas que se suman al sentimiento de impotencia generado al ver que el futuro del lugar donde se habita es incierto y que, de hecho, no estamos siendo incluidos en la negociación, ni siquiera en los acuerdos iniciales donde se juega su destino.A nivel de la gestión municipal, en Barranco ha funcionado eso de que el remedio fue peor que la enfermedad, observado especialmente en las tres últimas gestiones edilicias, incluyendo al actual Alcalde, cuya falta de capacidad para gobernar está acompañada de una mal entendida modernidad que interpreta a las alturas y el concreto como la única vía hacia el progreso y fuente de rentas para el Municipio.

La experiencia de Lima nos muestra un proyecto concebido de manera aislada y de espaldas a la ciudad, con una reducida visión de sus problemas y poca conciencia de las consecuencias o alcances que una intervención urbana de tal magnitud implica.

Con el objetivo de evaluar la viabilidad ambiental del proyecto, Protransporte ha debido contemplar la ejecución de un estudio de impacto ambiental, para así cumplir con las normativas ambientales –salvaguardas- señaladas por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, financistas del COSAC I, e igualmente con la normativa nacional peruana de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)  10.

En este contexto, resulta extraña la lamentable respuesta del ingeniero Alva de Protransporte, en reciente reunión con representantes de SB Incluye a arquitectos, comunicadores, dirigentes y dirigentas de las Juntas Vecinales, profesionales de las ciencias sociales y naturales, un ingeniero, un abogado, una administradora y una directora de colegio.  11, quien después de disculparse por los impactos producidos durante la construcción del Metropolitano en Barranco, los justificó alegando la condición humana de los funcionarios a cargo. Los expertos del Banco Mundial, presentes en la teleconferencia, saludaron el esfuerzo de una primera reunión para la búsqueda de acuerdos y soluciones en conjunto; ninguno de los presentes recogió la demanda de información sustentada por SB con respecto al tema de los serios impactos producidos por el COSAC ni de la ausencia de un programa de mitigación responsable, evidente en la respuesta improvisada de la Municipalidad de Lima a la marcha de SB. Finalmente, el silencio en torno a la acreditación del EIA, elaborado por GETINSA de España, es un tema que merece una explicación, no solamente para satisfacción de los barranquinos sino para toda la ciudad de Lima.

El socorrido discurso repetido por todo aquel que tiene alguna relación directa o indirecta con la obra, está claramente marcado por un dejar hacer, dejar pasar: la obra está a un 60% de avance y no queda más que finalizarla, falta poco para vivir por siempre felices con el Mostropolitano en casa, como se le conoce en el barrio. Y no se habla de las partidas pendientes de gasto, destinadas a las medidas de mitigación, por ejemplo al traslado de los árboles de la Av. Bolognesi y del Ovalo Balta, lamentablemente ya eliminados y seguramente comercializados como leña.

Queda claro que las medidas de mitigación que se están atendiendo a la fecha (semáforos al por mayor, señalización, reordenamiento vial, parchado de daños ocasionados por el exceso de presión en vías no preparadas, entre otras) no son otra cosa que una salida improvisada de Protransporte que responde así a la presión ejercida por los vecinos. Estas medidas constituyen solamente un paliativo ante la falta de seguimiento a un plan de amortiguación de impactos, si es que este existe y si alguna vez fue acreditado por los organismos correspondientes.

Los derechos ciudadanos en el tapete

La experiencia internacional nos enseña que una obra de la envergadura del Corredor Metropolitano, no sirve solo para resolver el problema del transporte público, sino que además, se puede convertir en un eje dinamizador de los sectores por donde discurre, y a la vez, en un factor estratégico para la reestructuración de la ciudad en su conjunto. De esta manera, desde una visión integral de la ciudad, se puede consolidar o replantear el carácter de algunos sectores, generar polos de desarrollo y proyectos de regeneración y renovación urbana, todo con la participación activa y concertada de la población.

De otro lado, a pesar del poco interés demostrado por los gobiernos distrital y provincial inicialmente, otro hecho a resaltar en esta experiencia ciudadana es el oportunismo político con el que se topa el movimiento a cada paso.

Sin embargo, la experiencia de Lima nos muestra un proyecto concebido de manera aislada y de espaldas a la ciudad, con una reducida visión de sus problemas y poca conciencia de las consecuencias o alcances que una intervención urbana de tal magnitud implica; es por esto que existe una percepción general de que el corredor, sumado a la indolencia o falta de voluntad política de las autoridades, está destruyendo Barranco. Frente a esto no se puede permanecer impasible; como señala el vecino, señor Luis Manrique, se deben buscar alternativas distintas a las que se nos quiere imponer porque se está destruyendo el modo de vida y la economía de los barranquinos, su tranquilidad y su salud. 

Los intentos de las autoridades por dividir la posición unánime de los barranquinos, con argumentos que inciden en la estratificación social y económica, han quedado sin fundamento frente al sentimiento de indignación compartido por el atropello a los derechos constitucionales y fundamentales, derecho a la vida, a la salud y a la integridad de la persona, y por el poco interés que demuestran las autoridades por respetar a los vecinos de un distrito llamado a ser testimonio y ejemplo de cómo la memoria colectiva puede determinar la calidad de vida en la ciudad.

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De otro lado, a pesar del poco interés demostrado por los gobiernos distrital y provincial inicialmente, otro hecho a resaltar en esta experiencia ciudadana es el oportunismo político con el que se topa el movimiento a cada paso. El alcalde Mezarina, a pesar de haber sido invitado a liderar la marcha del 4 de febrero y no haber aceptado en su momento, asumió posteriormente los éxitos ajenos (ver Imagen 2). Igualmente, la breve presencia del congresista Del Castillo en la mencionada marcha vecinal muestra, sin ningún disimulo, el oportunismo político al servicio de la familia, con la distribución de volantes de propaganda para la candidatura de su hijo a la alcaldía (ver Imagen 3). Finalmente, la Municipalidad de Lima tuvo una trasnochada estrategia de propaganda para convencer a los vecinos de Barranco acerca de las bondades del Corredor Metropolitano, que incluía pases gratuitos al Circuito Mágico de las Aguas (ver Imagen 4).

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Imagen 3. Volante distribuido en la marcha de vecinos liderada por SB. (Barranco, 4 de febrero 2009)

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Imagen 4. Invitación distribuida para evento de propaganda del Corredor Metropolitano. (Barranco, marzo 2009)

Frente a ello, la propuesta de Salvemos Barranco considera la urgencia de instalar una mesa técnica de trabajo con presencia de las autoridades pertinentes y, de manera especial, de profesionales expertos y representantes de la sociedad civil barranquina, principales afectados por un proceso que los ha excluido, y objeto principal, junto con los habitantes de la ciudad de Lima, de un proyecto que debería contribuir a la solución del postergado problema de la movilidad pública de la ciudad, así como de su articulación urbanística integral. La búsqueda de soluciones pasa, sin lugar a dudas, por la participación informada de los interesados.

Resulta esperanzador ver que la resistencia a aceptar la política de los hechos consumados moviliza a los ciudadanos hacia la búsqueda de soluciones ante problemas que preocupan y afectan a todos por igual, en un espacio territorial compartido.

Las medidas o soluciones propuestas deben considerar el carácter histórico y cultural del distrito de Barranco como un espacio de recreación abierto a la ciudad de Lima, con áreas verdes y playas limpias para el disfrute de los vecinos y visitantes. La miopía de las autoridades nunca recogió el argumento de que ese cuestionado 70% de área monumental representaba no solamente una imagen de identidad para el vecino sino que marcaba claramente la ruta hacia el desarrollo del distrito.

Resulta esperanzador ver que la resistencia a aceptar la política de los hechos consumados moviliza a los ciudadanos hacia la búsqueda de soluciones ante problemas que preocupan y afectan a todos por igual, en un espacio territorial compartido. Esta vez la lección ha sido más dura; sin embargo, la experiencia se ha extendido y el involucramiento de los vecinos en el problema es un hecho indiscutible a estas alturas. Se abren nuevos e importantes espacios para una participación vecinal mejor informada y más comprometida para contribuir con las futuras decisiones que afecten al desarrollo de nuestra ciudad.


* Antropóloga; integrante del Movimiento de Iniciativa Vecinal Salvemos Barranco. La autora agradece los comentarios y aportes de Roberto Arroyo H. y José Rodríguez C.

  1. Incluye a arquitectos, comunicadores, dirigentes y dirigentas de las Juntas Vecinales, profesionales de las ciencias sociales y naturales, un ingeniero, un abogado, una administradora y una directora de colegio.  
  2. Liderado por Sebastián Solari M. 
  3. Bajo la dirección de Carlos Cordero V. 
  4. El pequeño comercio de la localidad se ha perjudicado en un 40% desde que se iniciaron las obras del Corredor, señala Luis Manrique G., director del Boletín de la AEB. 
  5. El Morsa, Desde Barranco, Playas de Barranco, La Habitación de Henry Spencer, entre otros. 
  6. Merece especial atención la batalla legal ganada por el vecino Javier Alvarado L. a propósito de la cuestionada concesión de un importante sector de la playa Barranquito y que ha determinado la demolición del Restaurante Cala 
  7. Al respecto, se ha recibido la invitación de grupos de vecinos organizados de los distritos de Miraflores y Surco con la finalidad de establecer una coordinadora interdistrital. Igualmente, vecinos del distrito de Carabayllo plantean espacios de coordinación frente a los atropellos municipales. 
  8. A pesar de los reiterados pedidos para entregar la rendición de cuentas anual, a la fecha la gestión no cumple con esta obligación legal. 
  9.   Información proporcionada por las propias agraviadas, señoras Elizabeth Sánchez y Jessica Vargas, hasta hace pocas semanas Sub-Gerente de Participación Vecinal y Gerente de Desarrollo Económico Social y Turismo, respectivamente, de la Municipalidad de Barranco.
  10. Se han solicitado dichos estudios a Protransporte, Ministerio del Ambiente, Ministerio de Transportes y Comunicaciones, así como al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Finanzas.
  11.  Teleconferencia en el Banco Mundial, Lima, del 23.02.09, en donde estuvieron presentes el ingeniero Walter Paredes y el señor Jaime Alva, Gerente de Obras, y Gerente Social y Comercial, de Protransporte; el señor Alvaro Morey, de Comunicaciones, y el señor Humberto Changano, Especialista ambiental, de la Municipalidad de Lima; los expertos Arturo Ardila, Alonso Zarzar y Catalina Ochoa, del BM Washington; Sandra Arzubiaga, Oficial de Comunicaciones, BM Lima; y Adriana León y María Elena del Solar representando a Salvemos Barranco